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Padre Benoit Griere, A.A.
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Responder a esta pregunta es hablar de una historia larga, es mirar el camino que he realizado desde que realicé mi primera profesión a los 33 años. Yo soy religioso asuncionista porque nací en una familia donde la fe cristiana me fue dada en lo cotidiano. Tempranamente entré en contacto con profesores sacerdotes y religiosos que me hablaron de Jesús. Pero pasar de una fe heredada a una fe personal me tomo tiempo. Siendo joven me sentí llamado a ser religioso. En este tiempo yo no conocía a la Asunción.
Más tarde, fui madurando el llamado y pude confirmar primero mi vocación a la vida religiosa y después el deseo de ser sacerdote.
Hoy día, soy feliz de ser asuncionista. Desde que entré a la congregación, nunca me he arrepentido de la opción que hice. Soy asuncionista porque encontré una familia apasionada por el Reino de Dios. Una pequeña familia diversa y que tiene la suerte de tener hermanas gracias a las congregaciones femeninas de la Asunción. Soy asuncionista porque el espíritu que llamó al Padre d’Alzon, creó una congregación que continua hoy actuando en el corazón de los hombres. Una familia donde queremos estar disponibles para el Reino y audaces para el Evangelio. Amo a la Asunción porque tenemos pasión por Dios y los hombres. D’Alzon nos dice que nuestra razón de ser es la extensión del Reino de Dios en nosotros y alrededor nuestro. Ser asuncionista es dejar que Cristo viva en mí y servirlo con todo el corazón. Soy feliz de vivir en comunidad y de tener un gran número de hermanos a través del mundo. Es una suerte vivir la internacionalidad. San Agustín es también un gran hermano que nos ilumina y que nos permite seguir a Cristo día tras día. El asuncionista es un hombre que ama el mundo que quiere que sea un lugar bello y que cante la gloria de Dios.
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