Cumpleaños N° 90 Del P. Rubén

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Querido P. Rubén:
Nos hemos reunido para expresarle nuestro especial reconocimiento y cariño cuando está cumpliendo 90 años de edad. Estamos muy contentos por estar aquí en esta fecha tan importante, con una persona tan querida, respetada y admirada.
Queremos expresarle nuestro especial reconocimiento por todo lo que nos ha dado. Gracias por darnos el pan de cada día, ese pan que gracias a sus celebraciones eucarísticas nos ha permitido tantas veces alimentarnos con el cuerpo de Cristo. Es decir, nos regala lo mejor que podemos recibir en nuestras vidas.
Además, hemos podido oírlo en tantas homilías que, a pesar de que a veces no le logramos escuchar a cabalidad, siempre nos quedan esos consejos tan sabiamente entregados que nos hacen crecer en la fe.
Por eso, muchos feligreses prefieren confesarse con usted. Algunas malas lenguas dicen que es porque usted no alcanza a escuchar la gran cantidad de pecados que arrastramos, pero la verdad es que sentir la satisfacción de la redención con consejos que nos hace mejores personas, es algo maravilloso e invaluable.
Por lo demás, siempre nos habla no sólo con convicción, sino también con sencillez, humildad y sin rodeos. Somos o no somos, ¿verdad Padre?
Por otro lado, todos aquí somos testigos de su constante vigilia, siempre observando lo que ocurre, lo que está pasando. Por Dios que es buena esa actividad; es lo que falta en tantas partes: alguien que esté siempre atento a que todo se realice bien y con normalidad.
Que Dios lo bendiga y acompañe en su quehacer diario para que continúe siendo una gran persona que camina derechamente hacia la santidad.

Brindemos un gran aplauso al Padre Rubén